jueves 26 de agosto de 2010
Bloqueando un camino comunero emergía una de las últimas asambleas surgidas para detener un proyecto minero en la Argentina. El corte se produjo a 7 km del emprendimiento Agua Rica, en el departamento Andalgalá, Catamarca, cruzando una bandera argentina. Quien participa de la asamblea, cuenta Vega Miranda, docente de 33 años, está a favor de la vida digna, del desarrollo sustentable, y ama a su pueblo.
Bloqueando un camino comunero emergía una de las últimas asambleas surgidas para detener un proyecto minero -en este caso de cobre, molibdeno y oro- en la Argentina. El corte se produjo a 7 km del emprendimiento Agua Rica, en el departamento Andalgalá, Catamarca, cruzando una bandera argentina. El 14 de diciembre de 2009 a las 6.30 de la mañana nace la asamblea. Al lado de un algarrobo, los compañeros Sergio y Aldo iniciaron la protesta. La empresa minera no iba a pasar por ahí para comenzar la destrucción de nuestro pueblo, relata Ruth Vega Miranda, luchadora desde los 17 años. Allí, bajo la sombra de ese árbol, comenzó todo, explica.
Quien participa de la asamblea, cuenta Vega Miranda, docente de 33 años, está a favor de la vida digna, del desarrollo sustentable, y ama a su pueblo. Dice no rechazar el progreso, pero aclara que este no puede llevarse a cabo a costa de masacrar su propia vida. El bloqueo, simbólico, divide otra localidad del país entre su pueblo y unos pocos argentinos traidores y otros tantos mercaderes extranjeros de la muerte que buscan los beneficios de algo tan superficial como el dinero.
Cansados de esperar las eternas dilaciones del Gobierno y las empresas mineras, la Asamblea El Algarrobo acaba de emplazar a Minera Agua Rica para que se vaya de la zona durante la primera semana de septiembre. Mientras tanto, el retén montado por los vecinos se mantiene. Con nieve, lluvia, sol... Es una asamblea permanente, estamos las 24 horas. Según confirma Vega Miranda, desviando por otras huellas mineras, sin embargo, la maquinaria minera continúa su movilización.
Entrevista de Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik
El 70% en contra
-Estaba la idea de hacer un plebiscito para respaldar o rechazar el emprendimiento, ¿en qué quedó esa iniciativa?
Vega Miranda.-Eso está bajo la decisión de la Justicia. El Ejecutivo, a través del fiscal del municipio, presentó un recurso diciendo que es inconstitucional. Estamos esperando... Según nos comentaban, hubo una encuesta de una empresa privada hace unos meses que daba 70% en contra de la minería.
-Recientemente circuló la noticia de que el Parlamento Europeo había solicitado la prohibición del cianuro en las explotaciones mineras. Sin embargo, el comisionado de Medio Ambiente anticipó el rechazo de la Comisión sosteniendo que la actual es la mejor tecnología disponible para la actividad. ¿Qué opinión tenés?
Vega Miranda.-Mientras exista un riesgo, aunque sea mínimo... Es como las centrales nucleares: dicen que hay una alta tecnología, pero ante el menor accidente lo que se desata es una catástrofe. ¿Qué vale más? Parece que el oro vale más que la vida y eso es lamentable. Como seres humanos tenemos un precio también. Aparte de que al agua la conviertan en mercancía, aparte de que al alimento lo conviertan en mercancía, también la vida de los seres humanos es mercancía.
La defunción de este pueblo
-En sus recorridas barriales, ¿se encuentran con algún vecino que apoye el proyecto?
Vega Miranda.-Sí, pero son los menos. Mucha gente se acerca y nos dice: A nosotros no nos van a ver en las marchas ni nos vamos a manifestar abiertamente, pero sepan que estamos con ustedes. Por supuesto que se tomaron diez segundos para acercarse, porque las familias están divididas. Hay gente que apoya y gente que no, pero la mayoría sabe que el emprendimiento Agua Rica es la destrucción y la defunción de este pueblo.
-Y estas personas que sí apoyan el emprendimiento, ¿con qué argumentos lo hacen?
Vega Miranda.-Trabajo digno, progreso, mayor riqueza para Andalgalá..., ¿qué otro argumento hay? Que la minería es la única salida, cosa que es mentira. Son los argumentos de aquellos que están comprometidos con la empresa: los proveedores locales, los empleados de esos proveedores. Hay un nuevo grupo que apoya la minería, que se llama Vecinos Autoconvocados Desocupados, que dice que quieren un trabajo digno, que quieren una obra social, educación y salud. Todo lo que nosotros queremos, pero a través de la minera, a través de Yamana Gold -la empresa canadiense propietaria de Agua Rica-. ¿A qué le llamamos trabajo digno? Eso es lo que nos tendríamos que preguntar, si masacrar al pueblo para ganar unos pesos más está bien.
No se puede dialogar
-¿Qué planteo llevaron a la reunión que mantuvieron en la Embajada de Canadá?
Vega Miranda.-Que el Gobierno canadiense también es responsable por lo que nos pueda pasar. Lo que nos pasó el 15 de febrero, que por empresas de su país nos vinieron a balear, ¿para qué? Son responsables de esas empresas y de lo que están haciendo. No es solamente acá lo que está pasando, es en toda la Argentina, en toda Latinoamérica y, me atrevo a decir, en todo el mundo. ¿Por qué tienen que hacer lo que hacen si se puede vivir de otra manera?
-En este tiempo, ¿hubo diálogo con la empresa? ¿Hay interés en abrir una instancia de este tipo?
Vega Miranda.-No. Es una decisión que se tomó en asamblea. No se puede dialogar porque sabemos los intereses que tienen. Estamos abiertos al diálogo con todos los estamentos gubernamentales. La cuestión es que tampoco quieren el diálogo. La asamblea nació el 14 de diciembre, pero la lucha por los recursos, por el agua, por la vida, la llevamos hace más de 15 años. Hace 15 años que se está tratando de dialogar con los que toman las decisiones y les dan vía libre a esas empresas: son nuestros gobernantes, nuestros diputados y senadores, los funcionarios del Gobierno nacional, provincial y municipal.
Ellos quieren que vaya un grupito chiquito de asambleístas y que negocien, "dialoguen". Como dijo el obispo de Catamarca: No quieren que se haga un debate para que todo el mundo sepa y se expongan las verdades de cada uno, y después el pueblo decida. Eso es lo que quiere la asamblea. Hagamos un debate con todo el público en la plaza, en el cine, en donde ellos quieran, pero que vaya todo el mundo. Que expongan sus especialistas, nuestros especialistas, y que la gente decida.
Eran pocos los pensantes
-¿El compromiso firme de los vecinos es erradicar a todas las empresas mineras?
Vega Miranda.-Por lo menos a los 272 proyectos que tienen pensados, porque nos afectan de todas maneras. Andalgalá tiene 272 pedidos de cateo. Es una locura total lo que están haciendo; los discursos que da el Gobierno provincial son lamentables. Si se da lugar a Agua Rica se va a dar lugar a cualquier cosa, no tan solo en Catamarca, sino en toda la Argentina.
-Esta voluntad de erradicar a las empresas, ¿incluye a Minera Alumbrera? Ese emprendimiento funciona hace más de una década.
Vega Miranda.-Escuchaba a un autoconvocado que tiene un programa de radio y decía que al final nos vendieron espejitos de colores, porque Andalgalá está peor que antes. Pero antes de la Alumbrera también había una gran desocupación. Nos dijeron que Denver (EUA) iba a ser chiquita en comparación con Andalgalá y nos creímos ese verso. Con el auge del neoliberalismo, durante toda la década del 90, eran pocos los pensantes. La población se dio cuenta tarde: a la Alumbrera ya no la podemos parar. Ya aprendimos. Ha sido una lección bastante cruel, un cachetazo para todas las esperanzas que se tenían. Y si se cierra, ¿quién se va a hacer cargo de todo eso? ¿La empresa?, ¿los proveedores mineros?, ¿los que aprobaron las leyes?..., ¿nosotros?, porque al final al Estado lo pagamos nosotros. ¿Y de toda la contaminación que podrá generar o qué está generando? Son muchas preguntas; no sé si alguien las querrá responder.
No vamos a la guerra
-Entonces, en septiembre Agua Rica tendría que hacer las valijas...
Vega Miranda.-Estamos hartos de que nos ninguneen y nos tomen por estúpidos. Hay una orden del juez de minas, casualmente juez electoral, que restringe a la empresa solamente a las actividades administrativas y al mantenimiento de lo que ya vinieron haciendo. Pero ¿qué es lo que está haciendo? Está tomando gente, dando dádivas a las instituciones de Andalgalá y toda Catamarca. Hay un movimiento cada vez más fuerte en la mina. Como estamos tan cerca, vemos lo que pasa. Y la Justicia... bien, gracias. Los argumentos de que hacen todo legal son mentira. Un artículo del Código Civil dice que no pueden tocar un río... Ahora lo están por desviar. El open pit, ese pozo enorme que van a hacer, que es tres veces más grande que el de la Alumbrera, está en el medio del río. Ni siquiera las leyes mineras cumplen. No pueden hacer nada si no hay una licencia social a través de una audiencia pública, que jamás se hizo.
El ultimátum llega porque estamos cansados. Yo y mi familia, por lo menos, queremos vivir en paz; ya elegimos nuestro lugar en el mundo y no nos queremos ir. Hace más de cien años que vive mi familia acá. No queremos irnos por la ambición desmedida de unos cuantos. El ultimatúm es poner fin a algo, como dice el diccionario. Poner fin a la mentira, al no respeto a la vida y los derechos humanos. No es que vamos a la guerra. Los medios de comunicación de acá, diarios, revistas y, sobre todo, radios, ponen en boca nuestra lo que jamás dijimos. Queremos ponerle fin a la mentira de este pseudodesarrollo minero, pero pacíficamente. Ellos fueron a balearnos el 15 de febrero; nosotros no teníamos ni piedras para defendernos.
-Y si al vencer el ultimátum no se van, ¿qué les queda por hacer?
Vega Miranda.-Seguiremos trabajando para que se termine de caer todo este circo que están armando. Saben muy bien que están sosteniendo algo que es imposible. Hay que tener en cuenta que tienen todo el aparato del Estado. Al fin y al cabo, nosotros somos simples ciudadanos. Y hemos logrado que la gente de todo el país tome conciencia de lo que significa la megaminería, más allá de Esquel, que es un precedente bastante fuerte. Por eso no quieren lanzar la consulta popular. Si no pasa nada, no nos vamos a dar por vencidos ni mucho menos. Trabajaremos para que se termine de una vez esto que es insostenible.
Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik experimentan con la distribución de ideas políticas, económicas y culturales a través de Internet y estudian el uso de la Web en el desarrollo de conflictos sociales.
http://www.argenpress.info/2010/08/argentina-la-lucha-de-andalgala-contra.html